Donde ahora puedes ver exposiciones culturales antes se escribieron las historias de cientos de niños que ahí encontraron un hogar. Es el Hospicio Cabañas, ahora Museo Cabañas, que en su momento fue el orfanato más impresionante de Latinoamérica.
El edificio de un solo piso es de estilo neoclásico y fue construido entre 1801 y 1810. El diseño es del arquitecto español Manuel Tolsá, aunque la construcción estuvo a cargo de uno de sus asistentes, José Gutiérrez.
En un inicio se llamó “Casa de la Caridad y la Misericordia”, aunque finalmente tomó el nombre de su fundador, el obispo Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, así se convirtió en el Hospicio Cabañas, un orfanato impresionante por su tamaño y diseño.
En sus inicios, este albergue tenía como objetivo dar asilo a ancianos, lisiados, enfermos, caminantes pobres y huérfanos. En 1824, cuando murió su fundador, se convirtió en hogar únicamente para niños y niñas. De acuerdo con datos históricos, su capacidad de atención era de 600 niños.
El Hospicio Cabañas no solo brindó un techo a las personas desamparadas. También fue usado como cuartel en los tiempos de la Guerra de Independencia. A lo largo de los años fue tomado varias veces por cuestiones políticas, pero en 1857, cuando pasó a ser propiedad de la nación, empezó su etapa más importante como el orfanato más impresionante de Latinoamérica.
Manejado por las Hermanas de la Caridad, el edificio de casi 24 mil metros cuadrados y que cuenta con 23 patios, 72 pasillos, 126 cuartos y dos capillas, albergó a cientos de niños, la mayoría de ellos recibieron el apellido de su fundador y se convirtieron en Cabañas. Ahí recibieron un techo, cuidados y educación, además de que aprendieron oficios. De acuerdo con relatos de exalumnos, ahí pasaron épocas felices, bajo los cuidados y atención de las monjas. La institución también fue manejada, algunas veces con mano dura, por señoritas y viudas de esos tiempos.
De Hospicio Cabañas a museo
Aunque durante muchos años fue el orfanato más impresionante de Latinoamérica, en 1980 el asilo se convirtió en el Instituto Cultural Cabañas, hoy Museo Cabañas, donde puedes apreciar los murales de José Clemente Orozco, quien los pintó cuando todavía había niños corriendo por los pasillos. En 1997 fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Este bello edificio se ubica en el Centro Histórico de Guadalajara, a un costado del Mercado de San Juan de Dios. Es una visita obligada para todos los que quieran conocer más sobre la historia y la cultura tapatía. Tras la transformación del Hospicio Cabañas, el albergue cambió de nombre y sede.
Ahora se llama Casa Hogar Cabañas y está ubicado muy cerca de Plaza del Sol. Aunque cumple con una noble labor, el diseño y la historia del lugar no se comparan con el que fue el orfanato más impresionante de Latinoamérica.