Sin duda se trata del género musical que más nos identifica a nivel nacional e internacional, ¡hablamos del mariachi!, un ícono de la mexicanidad y elemento cultural orgullosamente jalisciense.
Es tal la importancia del mariachi en nuestra vida que las agrupaciones no pueden faltar en festividades especiales como bodas, actos académicos, cumpleaños ¡y serenatas!
Donde haya una fiesta, es muy probable que escuches una canción de mariachi cantada a todo pulmón, porque nos une esa alegría por nuestra tierra, por el amor y claro, porque también el despecho se lleva mejor con una melodía.
El mariachi es un elemento cultural tan especial y representativo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo reconoce como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, ¿lo sabías?
Pero vamos por partes para conocer más de este referente nacional, orgullosamente de Jalisco, el estado más mexicano.
El origen místico del mariachi
Hablar del nacimiento del mariachi es una historia por sí sola, dado que existen varias versiones, empezando por el mismo nombre.
Una primera versión cuenta que la población indígena de Techaluta, poblado actual de Jalisco, le llamaba de esa manera a un piso de madera sobre el cual bailaban o “zapateaban”. Se piensa “mariachi” era el nombre del árbol que talaban para fabricar dichas pistas de baile.
Otra versión habla de que la palabra “mariachi” es la adecuación de la palabra francesa “mariage” – que se traduce como “matrimonio” o “boda” – de cuando los franceses llegaron a Jalisco durante la Intervención Francesa y se sorprendieron del fulgor con que se festejaban las bodas en la región.
Era tanta la alegría y el espectáculo, que las canciones durante los festejos recibieron ese nombre que fue mutando hasta la palabra que entonamos actualmente.
De Cocula es el Mariachi
Una tercera versión involucra el consenso entre varios especialistas, de que el género musical definitivamente nació en el occidente del país, precisamente ¡en Cocula!, así que podemos decir que Jalisco es la cuna del mariachi.
En tiempos prehispánicos, los habitantes de Cocula – los cocas, como se llamaba entonces – empleaban la música para “sentirse cerca” de Teocáyatl y Cocolli, dos de sus principales dioses. Así, cuando llegaron los españoles, utilizaron la música como herramienta para difundir la religión católica entre los demás pueblos de la región, ya que con canciones era más fácil transmitir sus mensajes de doctrina.
A los músicos de entonces, se les conocía como “guitarrones del cerro” y después como “mariachis”, ellos empleaban flautas y tambores para crear las melodías religiosas.
Tiempo después dichas agrupaciones fueron sumando instrumentos, como violines y arpas, hasta evolucionar al género que ahora conocemos. Además de que las canciones pasaron de entonarse afuera de las iglesias a ser interpretadas en las fiestas populares.
Dato interesante: A partir de esta teoría, se dice que el nombre de mariachi surge de la mezcla de los vocablos “María” en castellano y “shi” y “sho” cocas, los cuales significan “sones”, asombroso, ¿no crees?
Cocula, que significa en náhuatl “lugar ondulado”, es un municipio de la Región Valles, en Jalisco; se encuentra a unos setenta kilómetros de Guadalajara, la capital del estado.
Cuando visites esta ciudad, recuerda incluir en tu recorrido el Museo de Cocula es el Mariachi, el cual está alojado en un edificio que data del siglo XVI.
Este recinto está dedicado exclusivamente a nuestro género musical tan querido y en sus tres salas permanentes podrás contemplar instrumentos, trajes, álbumes musicales y fotografías que retratan la evolución que ha tenido el mariachi con el paso del tiempo.
Para visitar Cocula lo puedes hacer por las carreteras México 15 y México 80, es la ruta más rápida y te tomará alrededor de 1 hora con 30 minutos, considerando el tráfico para salir de Guadalajara.
Ahora que conoces un poco más de nuestro ícono cultural reconocido a nivel mundial, te esperamos para cantar a todo pulmón ¡Ay, Jalisco!