Jalisco tiene 125 municipios y pocos pueblos mágicos, menos de una decena y uno de ellos es Tapalpa de cuyos paisajes de montaña, su tierra roja y su olor a bosque, sus casas y hoteles, hablaremos hoy.
Sus cabañas sabor a recuerdo y esa forma de estar bien arraigada en la naturaleza, además de los múltiples lugares para visitar, lo hacen especialmente atractivo para visitantes de la ciudad que quieren recargar las pilas, caminar, ver cosas increíbles, recordar que el agua brota de la tierra, verla caer y formar afluentes, escuchar su canto y oler el bosque.
El viaje no consume tiempo ya que Tapalpa se encuentra apenas a 160 kilómetros de la capital del Estado y ofrece, naturalmente una gran cantidad de opciones de diversión y relajamiento con énfasis en la gran opción que presenta para el senderismo ya que este poblado esconde entre sus pinos una de las más bellas cascadas de todo Jalisco: El Salto del Nogal. Para visitarla lo ideal es contratar un paquete guiado, así se evitan sobresaltos y reservar al un día completo o mejor aún, el fin de semana para llegar, conocer la cascada y pasar una noche en el pueblo.
El Salto del Nogal en justicia es dos cascadas o una cascada doble, la primera 100 metros de altura que choca sobre las piedras para derivar en una segunda caída de agua de 45 metros. Juntas forman uno de esos espectáculos naturales irrepetibles, una pintura que no puede dejar de verse, un paisaje de calendario.
Por el calor no hace falta preocuparse, el pueblo se encuentra a cerca de dos mil metros sobre el nivel del mar lo que, aunado a su vegetación boscosa de montaña, le garantiza un clima agradable y fresco durante todo el año con una temperatura que, en los meses más fríos llega a los cinco grados centígrados y en los meses de mayor calor rara vez supera los 25 grados. Una chamarra para la noche y la madrugada no está de más.
Para antes o después de la visita a la Cascada del Salto del Nogal las opciones en Tapalpa sobran actividades recreativas y sitios para ver comenzando por el centro histórico cuya arquitectura típica es agradable a la vista e invita a la relajación. Naturalmente no está ausente de templos y viejas industrias, famosa entre ellas la ruina de la fábrica de papel o la fundidora, que no están en el pueblo pero se visita muy fácilmente a las comunidades cercanas con un poco de planeación. Para espacios al aire libre están las piedrotas, a las que se les atribuyen poderes energéticos y en las que se encuentran dibujos de antiguos habitantes prehispánicos. Está también la Hacienda de la Media Luna, a 15 kilómetros del centro sobre la que se rumora fue inspiración para alguno de los relatos de Juan Rulfo y que cuenta con una laguna ideal para la pesca de lobina o tilapia.
Si buscas adrenalina, las tirolesas del Ekopark son tu opción pero es hora de hablar del atractivo principal y es la cascada.
Para evitar molestias, malos caminos y disfrutar de un guía que elija las mejores rutas y conozca la flora y fauna, lo mejor es pagar un recorrido. Sobran opciones de excursiones privadas con guías especializados que te llevarán a admirar este fenómeno natural.
Una vez ahí, el sitio es ideal para la contemplación, la Cascada del Salto del Nogal está rodeada de bosque y ofrece varias opciones de actividades dependiendo de los nervios y la energía de cada quién, por ejemplo se puede practicar algo de alpinismo en las paredes circundantes, siempre acompañado de expertos, también está la opción de practicar rappel o si te gusta el ciclismo de montaña puedes llevar tu bici, incluso pescar o pasear a caballo. No esperes para buscar un tour y hacerte un traje a la medida de tus deseos de aventura.