En el pequeño pueblito de Amatitán, Jalisco, se esconde un tesoro disfrazado de bebida. Algunos dicen que es el elixir de la vida por la manera en la que hace que grandes y chicos se paren a bailar. Otros aseguran que tiene un hechizo, un conjuro que les impregna unas terribles ganas de volverlo a probar.
Te hablamos de una deliciosa bebida llamada “cantarito”, y los 15 000 habitantes de Amatitán apuntan que el mejor lugar para ir a probarlo es «Cantaritos El Güero», un famoso establecimiento que se caracteriza por sus gigantescas bebidas, las cuales pueden contener hasta 4 botellas de tequila, preparadas por los talentosos jóvenes del lugar, música de banda en vivo y un ambiente de fiesta que rara vez encontrarás en otro lugar.
Tradición en Amatitán
El Güero y su familia abrieron el espacio que lleva su nombre en Amatitán, Jalisco, en 1997, sirviendo casi únicamente a los pobladores de la región; sin embargo, su calidez, excelente sabor y buen servicio hizo que poco a poco fueran ganando fama hasta darles un reconocimiento que atrae a personas de alrededor del mundo.
Los cantaritos se preparan a base de refresco de toronja, jugo de limón, jugo de naranja, el tequila blanco de tu preferencia, jugo de toronja, hielo y sal. Es importante tomar en cuenta que su precio varía dependiendo de cuál de las 20 opciones de tequila elijas, y del tamaño, que los hay de chicos a extra grandes.
Pero no importa cómo la pidas, esta deliciosa bebida no tiene comparación, es refrescante, ligera y acompañada de una deliciosa botana preparada, un aguachile o unos taquitos ¡uf!, es como el cielo con banda en vivo.
«Cantaritos El Güero» está a solo 25 minutos de Guadalajara por la carretera libre Guadalajara-Tepic y a pocos minutos de Tequila, así que si estás buscando un nuevo lugar para tener una experiencia extraordinaria, que no te aleje demasiado del resto de tu itinerario, te invitamos a que los conozcas. Están abiertos todos los días de lunes a jueves de 9:00 a 23:00 y de viernes a domingo de 9:00 a 1:00 horas.
No olvides ir acompañado de un gran grupo de amigos (mientras más grande el cantarito, más padre es el show) o de tu pareja para que bailen juntos las rancheras.
En Amatitán, Jalisco, ¡la vida es una fiesta!