Dentro de los sabores de México, los dulces son los favoritos de muchos. Por eso, visitar Guadalajara sin probar la jericalla es un error que no debes cometer. Este delicioso postre que encuentras muy fácilmente en la ciudad, se consume desde hace más de doscientos años y es de un origen 100 % tapatío, incluso se dice que fue inventado en uno de los sitios históricos más importantes de la ciudad.
¿Quieres saber dónde? sigue leyendo y te garantizamos que, además de contarte la leyenda detrás de su receta, te vamos a antojar el sabor de la jericalla.
La historia de la jericalla, del Hospicio Cabañas a la tiendita
Se dice de la jericalla que en algún punto del siglo XIX, una monja originaria de la región de Jerica en España, estaba en México trabajando en el cuidado infantil de los niños del Hospicio Cabañas, edificio emblemático de Jalisco que hoy es conocido como Museo Cabañas. Esta hermana buscaba idear un platillo que además de sabroso, fuera muy nutritivo para los niños y niñas que atendía.
Entre experimento y prueba la monja hizo una mezcla de huevo, leche, azúcar, vainilla y canela que metió al horno, y en uno de esos magníficos errores del destino, el tiempo se le fue y su invención se quemó de la parte superior. Esa quemadura accidental le dió un toque distintivo que se agregó a la receta final de este postre que es similar a un flan suave de sabor muy dulce.
Esa es la historia de la jericalla, uno de los postres ahora tradicionales de nuestro estado que recibiera su nombre, según versa la leyenda, en honor a la región de origen de la monja que la inventó. Y, bueno, el Hospicio Cabañas de aquellas épocas hoy en día es un museo sin cocina ni monjas que alberga los murales de José Clemente Orozco y múltiples, exposiciones pero no te preocupes, encontrar una jericalla en Guadalajara es muy sencillo.
Muchas tiendas de abarrotes y restaurantes de antojitos las tienen entre sus productos. Bastará con preguntar en la calle para que te recomienden el punto más cercano para probar este sabor tradicional.