Tres leyendas de Jalisco que no conocías

En cada lugar del estado, hay historias y leyendas que se han transmitido de generación en generación. Hoy te compartimos 3 leyendas de Jalisco que seguramente no conocías y que forman parte de la recopilación que realizó Helia García Pérez para la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco. 


1. Los “tiricuates” de Mezcala 
Pocos los han visto, pero quienes los han enfrentado los describen como seres felinos de color negro con ojos brillantes y grandes colmillos que acechan a su presa desde la oscuridad y la maleza. En el pueblo se cuenta que los “tiricuates” son más grandes que un gato, que no beben agua y que de noche duermen en un árbol de guayaba que se encuentra en el cerro de La Encinera: “Todos los días bajan a ver qué encuentran, lo que más les gusta es comer gente. No se ha comido a muchos, porque no quieren acercarse a ellos. Todos le tenemos miedo.


2. La leyenda del “Todo o nada” en Tuxpan, Jalisco. 
Entre las leyendas de Jalisco, destaca la del “Todo o nada” que también se conoce como la leyenda de la Cueva Encantada. No se tiene registro de la fecha pero en Tuxpan es bien sabido el caso de Don Estanislao, un hombre trabajador y humilde que se dedicaba a producir cal con piedras de un terreno que tenía en el cerro del Cihuapilli.
Una tarde mientras Don Estanislao buscaba piedras para hacer cal en la cueva que se encuentra en el cerro, descubrió una petaquilla: “de esas grandes de madera y chapetones, copeteada de monedas doradas, brillantes”, le contó a su esposa. Pero cuando se disponía a tomar las monedas, se apareció un hombre muy catrín vestido de negro y con sombrero que en tono enérgico le dijo: “Todo de una vez o nada, y de cualquier manera no vengas más a este lugar.” 
Don Estanislao salió corriendo a su casa y estuvo varios días sin hablar por el tremendo susto que se llevó en la cueva. Desde entonces se cuenta esta historia y algunos dicen que el catrín, era en realidad era una aparición del diablo. 


3. La leyenda del Cerro del Pando en Santa María del Oro
En este pueblo minero que en su tiempo fue famoso por el oro, se dice que hay un tesoro oculto en las faldas del Cerro del Pando y se cuenta que solo un hombre se atrevió a invocar al espíritu que protege el gran secreto. 
Para invocar al espíritu del bandido Florian Calleja, se tienen que pasar tres noches en vela, con velas encendidas, en el panteón del pueblo. Al pasar los tres días se tiene que llevar un gallo al cementerio y cortarle la cabeza, tras lo cual se debe gritar el nombre del famoso bandido:  “Florian Calleja, llévame a la cueva del tesoro dónde está el tesoro”.  
Se dice que el único hombre que se atrevió a seguir este rito, salió despavorido cuando se le apareció el espíritu de Florian Calleja vestido con sombrero y capa y montado en un caballo negro que volaba.
Se dice que solo los que se atrevan a montar en el caballo del espíritu guardián, podrán disfrutar del tesoro oculto en el Cerro del Pando.    


¿Qué te parecieron estas leyendas de Jalisco? ¿Te atreverías a salir en busca del tesoro oculto? Si quieres conocer más historias como esta, te recomendamos este libro de acceso gratuito:
Título: “Leyendas y personajes populares de Jalisco”Helia García Pérez, compiladoraEditorial: Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Jalisco