La visita de los siete templos es una de las tradiciones más características de nuestra ciudad de Guadalajara. El Jueves Santo reúne a los fieles con mayor fervor religioso para recorrer las iglesias más emblemáticas del centro histórico.
Esta experiencia es una de las actividades que más engalana nuestro legado cultural de la espiritualidad católica. Te vamos a contar cómo se vive.
Por qué se hace la visita de los siete templos en el Jueves Santo
La visita de los siete templos conmemora los siete lugares sagrados que Jesús visitó durante la noche anterior a su crucifixión. Esta práctica está llena de un simbolismo de unidad, fe y compañía espiritual antes del trayecto hacia el monte Calvario.
Además, este mismo día marca el inicio del Triduo Pascual, un periodo de reflexión y celebración que culmina en la resurrección de Cristo. Es el momento propicio para compartir en comunidad una tradición milenaria desde la mirada tapatía.
Cuáles son los siete templos de Guadalajara
La ruta de los siete templos abarca algunas de las iglesias más emblemáticas y llenas de historia en el centro de la ciudad de Guadalajara. Cada iglesia tiene su propia historia y significado para que este trayecto tan tradicional sea la experiencia espiritual que los visitantes buscan.
Catedral Metropolitana de Guadalajara
La Catedral Metropolitana de Guadalajara es un símbolo de fe con 19 campanas y 52 asientos tallados. Su peculiar arquitectura incluye campanarios que se asemejan a un alcatraz invertido, accesibles tras subir 98 escalones.
Además, este recinto alberga el Relicario de los Mártires, donde descansan los restos de 23 mártires de la guerra cristera. Entre sus tesoros destaca una escultura de la Virgen de la Rosa, regalo del emperador Carlos V.
Templo de La Merced
El Templo de La Merced es conocido por su fachada ornamentada y barroca del siglo XVII en el centro histórico de Guadalajara. Tal vez algunos todavía recuerden la tradición de los sacerdotes que regalaban caramelos, bastones navideños y, de vez en cuando, algún coscorrón a los niños traviesos.
Templo de Santa Mónica
Esta pequeña capilla hace referencia al estilo barroco salomónico en el centro tapatío. Entre todos los detalles que conforman el templo de Santa Mónica, destaca la famosa figura en piedra de la esquina exterior de San Cristóbal. Según cuentan aquellos ciudadanos de antaño, las damas la visitaban con bastante frecuencia para aliviar sus males sentimentales.
Templo de San Felipe Neri
El Templo de San Felipe Neri es de arquitectura barroca y fue catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este templo es uno de los más antiguos de la ciudad y un punto de referencia tanto para fieles como para amantes del arte sacro.
Además, el templo fue elevado al estatus de basílica menor el 21 de abril de 1804. Con ello obtuvo un grado aún más especial dentro del patrimonio religioso de Guadalajara.
Templo de las Capuchinas
El Templo de la Inmaculada Concepción, mejor conocido como Templo de las Capuchinas, con su hermosa cúpula y altar dorado, es un ícono del estilo neoclásico en Guadalajara.
Además, durante la temporada que va desde el Domingo de Ramos hasta el segundo Domingo de Pascua, este templo se convierte en un lugar clave para disfrutar las tradicionales empanadas de Cuaresma.
Templo de Jesús María
El Templo de Jesús María es un vestigio del arte sacro colonial. Es recordado como uno de los conventos barrocos más grandes, ricos y mejor decorados. Su cúpula cubierta de mosaicos y sus 17 vitrales son prueba de ello.
Lo declararon monumento histórico en 1931 y abrió sus puertas a la comunidad religiosa hasta 1961, luego de haber sido restaurado.
Templo de Santa Tere
El Templo de Santa Tere es de las más populares en la ciudad. Su impresionante fachada churrigueresca y retablo dorado refiere el barroco mexicano. El templo está rodeado de una tradición que ha dado una reputación comercial y culinaria al barrio de Santa Tere.
Este barrio tiene poco más de 100 años de historia, creado en la década de 1920 y marcado por la fundación de su iglesia en 1933. Ha experimentado un notable crecimiento y se ha convertido en uno de los favoritos de los tapatíos.
La visita de los siete templos en Guadalajara es una experiencia única para conectar con la fe, pero también para explorar la historia y la arquitectura de la ciudad. ¡Vive la Perla tapatía desde su sincretismo!
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